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Un asesinato, y un adiós

Arco tras arco se suceden en Gintama con su estilo alcanzamos finalmente los quinientos capítulos donde las risas, y el humor se hacen a un lado siendo la seriedad quien toma ese rol.

Suelo ver manga y anime, con muy poca frecuencia, pero este par de arcos fueron un no parar hasta alcanzar la épica, y sentimental conclusión de ambos. Quién diría que la obra  de un gorila fuese tan emocionante.

En arcos anteriores atestiguamos como a fuego lento se iba cocinando una trama importante gracias a las esporádicas apariciones de Takasugi, y finalmente ha llegado el momento de ver los resultados de dicha preparación, donde la adrenalina, acción, y vertiginosidad hacen gala página tras página.

Comencé a ver o mejor dicho tenía ganas de leer el manga debido a esta pelea, que en cuanto la vi se convirtió inmediatamente en una de mis favoritas, hoy por hoy conociendo el contexto de todo la disfruto aun mas.

Observando AMV de estos arcos encontré un comentario que parafraseando un poco decía que Gintama hacia énfasis en cada uno de sus personajes, por lo tanto en estos arcos para nosotros son amigos a los que nos vemos incapaces de ayudar. Dicha afirmación no es errónea, pues todos y cada uno de los personajes resultan carismáticos, y no dejan indiferentes a nadie.

El arco de Mitsuba es la primera gran muestra de lo anterior, pues personajes que normalmente son usados en mayor medida con comedia demuestran la seriedad que pueden alcanzar. Kondo, Hattori son una muestra de ello, pero sobre todo Shigeshige e Isaburou.

Elijamos nuestros propios caminos, y veámonos en una próxima entrada.

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